sábado, 19 de marzo de 2016

Una monja y un poeta


Ana Catalina Emmerich y Clemens Brentano hicieron posible La Amarga Pasión de Cristo, uno de los libros más hermosos sobre unos hechos que aclaran los enigmas esenciales de la condición humana.

Él, célebre escritor del Romanticismo alemán. Ella, humilde granjera, después costurera y sirvienta, monja a los 28 años en un convento agustino cercano a Múnich, beatificada por Juan Pablo II en 2004.

Las visiones de Ana Catalina, anotadas minuciosamente por Brentano durante años, son revelaciones privadas que nadie está obligado a creer, pero esclarecen poderosamente nuestra comprensión de los hechos y conquistan el corazón del lector.

Más no se puede decir de un libro. En su día lo publicó Planeta Booket, y desde 2010 VOZDEPAPEL, en una magnífica  edición.
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lunes, 7 de marzo de 2016

Reyes Calderón gana el Azorín


Las venganzas te matan dos veces y la amistad perdura, aseguró Reyes Calderón el pasado jueves. Es una lección aprendida al escribir su última novela, con la que ha ganado el Premio Azorín 2016. El título Dispara a la luna traduce la expresión Shoot for the Moon, que para los ingleses alude al deber de aspirar a lo mejor. Se trata, además, de la sexta entrega de una serie protagonizada por la juez Lola MacHor, que colabora en la investigación del secuestro de un amigo, policía de la Interpol y especialista en terrorismo. Eslava Galán, presidente del jurado, subrayó que "es una novela espléndida", donde los personajes están perfectamente construidos.

Reyes dice de sí misma que nació en Valladolid. "Allí estudié, trabajé algunos años, y me casé, con notable éxito, por cierto: llevamos 28 años juntos y tenemos 9 hijos (también juntos). Después, me trasladé a Navarra y me quedé. Hace veinte años que aprendo más que enseño de mis estudiantes de UNAV, y tengo la suerte de vivir en un pueblecito en pleno Camino de Santiago, flanqueado por dos iglesias medievales y con los gorriones por despertador. Estudié Economía porque me lo aconsejaron y Filosofía porque quise. Devoro los tratados de Derecho y Política para situarme en el mundo y escribir con algo (un poco, al menos) de sentido".
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