Arcadi Espada:
ES UNA grave sorpresa europea la dura beligerancia
francesa ante el matrimonio homosexual.
Su legalización ha sido aprobada por un presidente en el grado de aprecio más
bajo de la reciente historia republicana, lo
que da aún mayor mérito a su decisión.
Hollande no se ha dejado amilanar
por una protesta
transversal en edad, sexo, condición social, es decir, por eso que se celebra babosamente con el nombre de «pueblo». Ha
hecho valer la mayoría democrática, pero
también la razón.
Los franceses:
ES UNA buena noticia europea la dura beligerancia
francesa ante la quimera llamada
matrimonio homosexual. Su legalización ha sido aprobada por un presidente
en el grado de aprecio más bajo de la reciente historia republicana, lo que hace aún más patética su decisión.
Hollande ha dado la espalda a una protesta transversal en edad,
sexo, condición social, es decir, a esa
fuente de soberanía que es el «pueblo». Ha hecho valer la mayoría
democrática, pero también la sinrazón.