jueves, 9 de mayo de 2013

Talibandia



Periodistas, feministas y socialistas talibanescos inventan un casus belli por unas palabras que un ministro no ha pronunciado. Sobre el aborto, por supuesto. Montado el pollo surrealista, el ministro y su partido se acongojan, se bajan los pantalones y se disculpan por haber dicho lo que no han dicho. En resumen, escrache mediático y cobardía vergonzosa de quienes no se atreven a negar la mayor: que nadie tiene derecho a matar a un inocente , y menos en el vientre de su madre. ¿Verdad que es fácil decirlo y entenderlo?