Habría que celebrar la aparición de un libro que
reúne 31 semblanzas áureas, entre las que
encontramos al bibliotecario de El Escorial, Arias Montano; al músico Tomás
Luis de Victoria; a Juan de Ávila; al Capitán General de la Armada Española, don Álvaro de
Bazán; a Francisco de Borja en su doble faceta; al teólogo Melchor Cano; a Juan
Sebastián Elcano; al Gran Capitán; al arquitecto Herrera; a Cisneros y Nebrija;
a Legazpi y Orellana; a Ignacio de Loyola, a Hernán Cortés, a Teresa de Jesús,
a Luis Vives…
Al terminar
su lectura bien podrías concluir que el Siglo de Oro español -por su
extraordinaria pujanza intelectual, artística y política- se podría comparar
con el Siglo de Pericles, y que quizá no admita parangón con ninguna otra etapa
de la historia.
Por ello,
en lugar de poner el acento masoquista en la leyenda negra –que, como su nombre
indica, no deja de ser una leyenda-, sería mucho más inteligente no olvidar la
pura verdad: que nuestra historia moderna esta protagonizada por personalidades
extraordinarias en los campos de la música, el teatro, la novela, la política,
la diplomacia, la guerra, la poesía, la mística, el ensayo, la arquitectura…