domingo, 3 de noviembre de 2013

Joseph Lomong


Un niño sudanés es secuestrado a los 6 años. Poco después escapa, corre durante tres noches y acaba en un campo de refugiados de Kenia. Diez años más tarde, adoptado por una familia norteamericana, llega a Nueva York, meses antes de de caigan las Torrres Gemelas. El contraste entre su antigua y su nueva vida casi escapa a la imaginación del lector, y más si tenemos en cuenta que ese adolescente se matricula en la universidad, se convierte en atleta de élite y es el abanderado de los casi 600 deportistas estadounidenses en la Olimpiada de Pekín.

Correr para vivir, una historia llena de emoción y amenidad, muy bien traducida al castellano, es un gran libro porque también lo es su protagonista, Joseph Lomong. Y esa grandeza está tejida con las fibras del optimismo, la preocupación constante por los demás, el esfuerzo diario y una inquebrantable confianza en Dios.
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