Los derechos humanos no son de izquierdas ni de derechas. Son simplemente humanos, prepolíticos. De ahí que solo exista el derecho a defenderlos. Lo contrario es volver a la caverna, obcecación en la que chapotean muchos medios de comunicación. Aunque no nos extraña. Ya dijo Einstein que es más fácil desintegrar un átomo que acabar con un prejuicio. Estos días volvemos a comprobarlo con el aborto. Para aportar la serenidad y la seriedad que nos faltan, este artículo antológico de Miguel Delibes.
martes, 24 de diciembre de 2013
Einstein y Delibes
Los derechos humanos no son de izquierdas ni de derechas. Son simplemente humanos, prepolíticos. De ahí que solo exista el derecho a defenderlos. Lo contrario es volver a la caverna, obcecación en la que chapotean muchos medios de comunicación. Aunque no nos extraña. Ya dijo Einstein que es más fácil desintegrar un átomo que acabar con un prejuicio. Estos días volvemos a comprobarlo con el aborto. Para aportar la serenidad y la seriedad que nos faltan, este artículo antológico de Miguel Delibes.