Este curso universitario de antropología y ética destila sabiduría de siglos, a lo largo de 200 páginas amenas e impagables. Nos habla del conocimiento propio y la forja del carácter; del arte de educar y el arte de gobernar; de las virtudes de la convivencia; de la centralidad de la familia y la dimensión religiosa.
Son -ahora más que nunca- asuntos esenciales para la comprensión del hombre en el mundo, temas que expertos como Rojas o Marina han desarrollado en muchas y muy buenas páginas, y que Juan Luis Lorda –sin duda- aborda con mayor solvencia. No creo que me equivoque si pronostico que muchos padres y profesores convertirán este ensayo en uno de sus libros de cabecera, y lo recomendarán vivamente a sus hijos y alumnos.