A propósito del 15-M, escribía Enrique García-Máiquez:
"Cuánto mejoraría la estética y los planteamientos del movimiento juvenil si su lema fuese "Dignaos". Lo que falta a nuestra democracia es el sentido de la dignidad, de la dignidad política, social, laboral y, sobre todo, personal. Enfadados, gesticulantes y furiosos gritando "qué hay de lo mío" ya teníamos de sobra, no es una novedad".