Mario Clavell escribe esta escena que brindo a Jaume Serra y a Emilio Ferrer.
“Dos peregrinos llegan al Obradoiro al caer la tarde. Ella llora, él la abraza. Suena la música de un clarinetista bajo el Arco del Arzobispo. Comienzan a bailar muy lentamente, tal vez sin sospechar la letra de la cantata de Bach: Jesús, bleibet meine freude. Jesús, alegría y savia de mi corazón… El compositor del XVIII ha pasado al clarinete del XXI para que dos enamorados 2011 dancen en el centro del Mundo”.
“Dos peregrinos llegan al Obradoiro al caer la tarde. Ella llora, él la abraza. Suena la música de un clarinetista bajo el Arco del Arzobispo. Comienzan a bailar muy lentamente, tal vez sin sospechar la letra de la cantata de Bach: Jesús, bleibet meine freude. Jesús, alegría y savia de mi corazón… El compositor del XVIII ha pasado al clarinete del XXI para que dos enamorados 2011 dancen en el centro del Mundo”.