Ahora que estrenamos curso y -dentro de nada- tal vez nuevo Gobierno, Juan Luis Lorda nos recuerda que la vida social depende de las dos artes más elevadas: el arte de desarrollar las sociedades (política) y el arte de desarrollar a las personas (educación).
Ambas sufren una profunda crisis en nuestro país, pero Platón pone ante nuestros ojos la trascendencia docente con una metáfora feliz: “educar es escribir en el alma de los alumnos”. Y en otra ocasión también dirá que “una educación recta es la que se muestra capaz de otorgar la máxima belleza y la máxima bondad a los cuerpos y a las almas”.