Uno de los
directores de Atapuerca repite que fuera de la ciencia solo hay superstición. Un
psiquiatra alternativo le acaba de hacer eco en la prensa local. Supongo que no
se han mirado al espejo, pues lo más parecido a una superstición son sus
respectivas especialidades. Basta con ver dos películas de Woody Allen para tenerlo
claro respecto a la “psi”.
Aunque
abundan los científicos orgullosos de su sabiduría, hay que reconocer que la
ciencia es un conocimiento bastante humilde. Sin ir más lejos, ninguna ciencia
tiene acceso a las realidades más humanas: el pensamiento y los sentimientos de
las personas. Ninguna puede saber qué está pensando y sintiendo ninguno de los
siete mil millones de seres humanos que andan por ahí, fuera de los
laboratorios. Por eso, no me extraña su frustración. Dime de qué presumes,
psiquiatra y excavador, y te diré de qué careces