viernes, 23 de noviembre de 2012
Lectores libres
Sí, a la libertad por la lectura.
Con una condición: que el autor juegue limpio y cuente la verdad; que escriba de la vida y de la condición humana sin prejuicios; sin filtros ideológicos ni apaños.
¿Eso es posible? Lo es. En consecuencia, si busco esos textos y los abro, me encontraré jugando en otra liga cultural, en la NBA de los libros y los lectores. Si no lo hago, me temo que tampoco encontraré la libertad
jueves, 15 de noviembre de 2012
En Lima y Arequipa
Pues Lima es una ciudad de 9
millones de almas, donde no llueve nunca, con kilómetros de playa sobre
el Pacífico y temperatura excelente todo el día. El casco
histórico incluye una plaza mayor deslumbrante, rodeada por las
plazuelas y las iglesias preciosas de jesuitas, dominicos, franciscanos y
mercedarios. El barroco colonial es una maravilla, en especial las
pinturas de artistas nativos.
La impresión más fuerte de mi
semana peruana han sido las personas, su cordialidad. Camareros,
taxistas, profesores… En mi primer encuentro con alumnos de 15 años, un
buen grupo de chicos y chicas demostró una educación sorprendente.
Después comprobé que era lo habitual. Por mi parte, siguiendo el consejo
de Carlos Soria, he procurado estar a la altura y no ser “godo”, hablar
suavesito y agradecer todo.
La mezcla de razas y colores
es llamativa: chinos, japoneses, mulatos, cholos, blancos…, en amor y
compañía, más o menos. El país está muy por encima de la imagen que creo
tenemos en España: crece, desde hace años, a un ritmo rápido y
sostenido. Me cuentan que los parados españoles están llegando por
oleadas, y no precisamente a hacer turismo.
La gastronomía del país se
está poniendo de moda en el mundo, y no me extraña: he probado un
pescado preparado solo con limón, el “ceviche”, realmente delicioso, con
unas bebidas muy animantes…
Las normas de tráfico son
implícitas, la circulación es endiablada, y si no hay constantes
accidentes es porque todos los peruanos manejan con un sexto sentido
-incluso un séptimo- que les hace ser conductores consumados.
En Misa, el domingo, enorme
iglesia llena a las 9:30 de la mañana, con gente de todas las edades,
con mucha devoción y respeto, con personas rezando largamente ante el
Santísimo.
¿Por dónde cruzan la calle las
ardillas? Por los cables del tendido eléctrico, como Pedro por su
casa. Es un mínimo detalle para ilustrar un mundo entre el realismo
mágico y el surrealismo puro, que supera con mucho la imaginación de
cualquier novelista. El miércoles almorcé con el presidente de Aldeas
Infantiles. Me contó que era responsable de 13.000 huérfanos, ¡con la
patria potestad sobre todos y cada uno!
Siento mucho haber estado solo
un día en Arequipa, ciudad sin nubes, con ríos de taxis y una Plaza de
Armas difícil de olvidar, como la gente del colegio El Pilar.
.
martes, 13 de noviembre de 2012
Chica de Madrid
En septiembre escribía:
He
empezado las clases en
la Uni. Tengo
ya un nivel avanzado de Francés, casi como Inglés y (como no tengo
Blackberry
ni veo la tele) me he puesto al día con las noticias
internacionales
mediante la CNN y
la BBC, así que
la carrera no me está costando demasiado, pero admitiré que es dura y un
reto.
Lo único malo es que todo funciona por Internet y en eso soy tan torpe
que me
da vergüenza admitirlo. Gracias a Dios me leí en verano la "Apología de
Sócrates" por recomendación tuya, porque llegué una semana tarde a la
Universidad y mandaron el libro en Historia de las Ideas Políticas
cuando yo no
estaba, y ahora me siento con ventaja.
He leído mucho este verano: en la playa, en el avión, en los atardeceres frente
a las palmeras con un cigarrito, en el tiempo supuestamente reservado para
hacer la maleta, en la cama del cuarto
del hotel antes de dormir acompañada por mi hermana, en el vagon de tren por
Francia y por Italia, con el traqueteo y la ruidosa conversación de alegres
americanos a mi lado... También he aprendido mucho en mis viajes; recuerdo con
especial amor y favoritismo Israel y Jordania. No sé que tiene
Oriente Medio, si es porque es el origen del cristianismo, de donde vienen mis
raíces; si es por el apasionado pueblo judío y el árabe altivo, si
es por su modo de vivir y de creer con tanta intensidad, como en los viejos
tiempos de Europa; si es por la belleza escondida de sus ciudades y paisajes, o
la fuerte tradición a la que allí están sujetos. Quizás una mezcla de todo esto
me ha hecho enamorarme de estos países y de sus polémicas políticas, de su compleja
y sangrienta historia. Si tienes tiempo y no te importa, te mandaré algo de lo
que he escrito sobre esto.
En noviembre dice:
Llevo dos meses de Universidad y mi visión
es bastante más positiva ahora. En primer lugar, mis compañeros me encantan: inteligentes,
espabilados, llenos de vida y entusiasmo. Hay pocos hombres, todo hay que decirlo,
pero esos pocos hacen ruido.
Las asignaturas son interesantísimas cuando
no me quedo dormida o llega Edu, con su ordenador, a enseñarme cosas que hacen
que me muera de risa y pierda de vista al profesor.
En mi clase están Madrid y Cataluña,
Andalucía y Galicia, las dos Castillas, el País Vasco, Santander, Valencia,
Murcia, Asturias, la bella Extremadura… En mi clase hay una pequeña España
que quiere saber sobre el mundo y cambiarlo.
Todos me dicen que escribo y pinto muy
bien, y que les haga retratos... Ya empiezan, como sucedía en el colegio, a
pedirme los inmaculados apuntes, mi único punto fuerte. ¡Todo tenía que
llegar! De verdad que me encanta la
Uni. Era cierto lo que decían, y aún mejor.
jueves, 1 de noviembre de 2012
La gloria de mi padre
Un reconocido miembro de la Academia Francesa, Marcel Pagnol, nos traslada a la infancia con este delicioso relato autobiográfico, publicado por Ediciones Rialp.
Su prosa, inteligente y risueña, evoca hechos y situaciones que dejaron
huella en esos primeros años de vida, como unas vacaciones inolvidables y un día de caza muy especial.
El gran héroe de estas páginas es
el padre, un maestro trabajador y optimista, de quien su hijo habla
siempre con admiración y cariño. Pero hay otro protagonismo evidente: el
de una familia realmente simpática. Porque Marcel tiene una madre muy
joven y un hermano pequeño, Paul, compañero inseparable de juegos y
travesuras. Y luego están su tía Rose y su marido Jules, a quienes
conocemos desde que son novios.
La narración se detiene en detalles que
suelen pasar inadvertidos a los adultos y significan mucho para los
niños, y con ellos se nos pinta un cuadro embellecido por la luz dorada
del tiempo.
Me lo recomendó, en Belagua, un alumno de Económicas.
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