Un reconocido miembro de la Academia Francesa, Marcel Pagnol, nos traslada a la infancia con este delicioso relato autobiográfico, publicado por Ediciones Rialp.
Su prosa, inteligente y risueña, evoca hechos y situaciones que dejaron
huella en esos primeros años de vida, como unas vacaciones inolvidables y un día de caza muy especial.
El gran héroe de estas páginas es
el padre, un maestro trabajador y optimista, de quien su hijo habla
siempre con admiración y cariño. Pero hay otro protagonismo evidente: el
de una familia realmente simpática. Porque Marcel tiene una madre muy
joven y un hermano pequeño, Paul, compañero inseparable de juegos y
travesuras. Y luego están su tía Rose y su marido Jules, a quienes
conocemos desde que son novios.
La narración se detiene en detalles que
suelen pasar inadvertidos a los adultos y significan mucho para los
niños, y con ellos se nos pinta un cuadro embellecido por la luz dorada
del tiempo.
Me lo recomendó, en Belagua, un alumno de Económicas.