lunes, 28 de mayo de 2012

Profesor Macarulla


Termina el curso y se nos va definitivamente, por el camino de la inmortalidad, José María Macarulla, envuelto en la admiración y el reconocimiento de innumerables alumnos, colegas y amigos. Había nacido en Lérida, poco antes de la Guerra Civil. Estudió Ciencias Químicas en Barcelona. Después enseñó Bioquímica, durante medio siglo, en las Universidades de Navarra, Santiago, Granada, Málaga y Bilbao, alcanzando enorme prestigio como investigador y catedrático.

Desde hace años sabía que la muerte le pisaba los talones, pero afrontaba el día a día con la misma serenidad y vocación de servicio que le acompañaron siempre. En su amor a la esposa, a los hijos, a los nietos, a los amigos y al trabajo, José María manifestaba su amor incondicional a Dios. Era un cristiano viejo con alma joven, un sabio sencillo y cordial, que suscribía plenamente la metafísica del poeta Cabanillas: “El mundo y el hombre son un Resplandor y no la máquina de leyes físicas y neuronales propuesta por los sabios de la más negra observancia”.

A estas alturas, José María ya sabrá todos los secretos de la Bioquímica molecular, pero le parecerán intrascendentes en presencia del Sol que no conoce ocaso.