jueves, 21 de junio de 2012

Me han suspendido







Reproduzco la mayor parte de un artículo de Enrique García Máiquez, que aquí puedes leer en versión completa.


 EN junio se oye mucho por los pasillos de los institutos y las universidades este amargo reproche: "¡Me han suspendido!". También esta celebración: "¡He aprobado!". La diferencia es un clásico, pero, por más que se le explica a los alumnos, no se erradica el hábito, menos inocente de lo que pudiera parecer.

El Gobierno está en las mismas. Nos cuenta que lo de la prima de riesgo es un castigo excesivo de los mercados, y está talmente como el estudiante que a final de curso se escandaliza porque el profesor "es un hueso". Incluso circulan teorías conspirativas. La realidad es simple: el Estado gasta mucho más de lo que ingresa, y eso preocupa a los que le prestan. Nadie quiere acabar como una momia, enterrado debajo de un fraude piramidal. El Gobierno, sin embargo, gimotea: "Pero ya hemos hecho muchísimas reformas". O sea, como ese alumno que nos cuenta "lo muchísimo que ha estudiado". "Ya", entran ganas de decirle. Y en concreto a Rajoy habría que recordarle que sus reformas (más impuestos, menos derechos laborales, más recortes) han ido a parar siempre a los riñones de los mismos, que somos los de siempre; pero que todavía están por ver una auténtica reforma estructural de un Estado desmesurado, un recorte de cargos políticos, una solución tajante al desmadre competencial y un rearme educativo, moral e institucional. Quién sabe si esa materia, que también cae en el examen, no es la que están esperando los mercados para empezar a aprobarnos. Yo, en concreto, es la que espero. Pero por ahora el Gobierno se ha encasquillado en su "me han suspendido, ay, ay".

En mi (recortado) sueldo entra explicar a mis alumnos que ellos son los responsables de sus notas. Muy bien. Pero no estaría mal que los poderes públicos nos ayudasen un poco dando un mínimo de ejemplo.