domingo, 15 de marzo de 2015

Pérez y Einstein


Si lees las entrevistas a Pérez-Reverte puedes constatar que se le acabó el discurso hace muchos años: el mundo se divide en buenos (él y cuatro más) y malos (los curas). De ahí no le sacas. Pero esa especie de fijación masónica da titulares y vende, que es lo que importa.

Rectificar es de sabios, y Einstein lo era. En la revista Time escribió el 23 de diciembre de 1940: "Cuando llegó la revolución [nazi] a Alemania, miré con esperanza a las Universidades, pues siempre se habían sentido orgullosas de defender la verdad. Pero las Universidades fueron acalladas. Entonces miré a los grandes editores de periódicos, que proclamaban su amor a la libertad en ardientes editoriales. Pero también ellos fueron reducidos al silencio, ahogados a la vuelta de pocas semanas. Solo la Iglesia permaneció de pie y firme para hacer frente a las campañas de Hitler para suprimir la verdad. Antes no había sentido ningún interés por la Iglesia, pero ahora siento por ella un gran afecto y admiración, porque solo ella ha tenido la valentía y obstinación de sostener la verdad intelectual y la libertad moral. Debo confesar que lo que antes despreciaba, ahora lo alabo incondicionalmente".
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