lunes, 29 de diciembre de 2014

El exorcista



















En el día de los inocentes me cuenta Jacobo que Burgos es una ciudad envejecida, esquilmada por una casta que cuida su imagen comprando literalmente sus medios de comunicación, como en otras muchas ciudades españolas. Hace años, el principal constructor de la ciudad, Méndez Pozo, compró el Diario de Burgos y la Televisión local.

A partir de entonces, los burgaleses tienen permanentemente ante sus ojos esa doble cortina cuyo humo se vuelve impenetrable en determinados asuntos. Un ejemplo entre mil -añade Jacobo- lo hemos visto las semanas pasadas, cuando el Diario de Méndez Pozo se ha dedicado a convertir en culebrón un exorcismo para tapar el verdadero escándalo: que La UE expedienta a España porque el nuevo Hospital de Burgos ha costado el doble de lo previsto.  

Por supuesto, el Diario también se calló como un muerto cuando se empezó a saber que el mastodóntico hospital era, en realidad, el gran negocio de Méndez Pozo y sus amigos. Ve pinchando si quieres salir de la inocencia.