Una alumna de 1º,
Alejandra García Centenera, escribe esta reseña y me autoriza a publicarla.
Mi lectura de Diciembre ha sido “Pijama para dos”, de
Alfonso Basallo y Teresa Diez. La verdad es que cuando se me propuso leer este
libro, me dio bastante pereza. Pensar en el matrimonio tal y como están las
cosas hoy en día, te produce eso, pereza.
Cuando tenemos seis años, vemos las películas de princesas
en las que nos venden la imagen de un príncipe azul, fuerte, guapo y perfecto.
Una imagen claramente irreal, ya que en cuanto creces un poco, te das cuenta de
que el príncipe azul no es, ni por asomo, tan perfecto. Pero todo el disgusto
no viene dado por la falta de un caballo blanco en el que nos rescaten, sino
porque no nos habían contado que, detrás de la foto de príncipe azul se esconde
la mente del príncipe verde. Cuando tienes quince te das cuenta de que, más
maduras que los chicos, hemos de comprender que el príncipe verde es cosa de la
edad.
Entonces comienzan las películas de amor, dinero y fama.
Todas esas “americanadas” que hacen que el 80% de las chicas en el mundo, vayan
dispuestas a casarse con una mentira. Mentira que desconocen hasta que pasan
dos años de matrimonio. Las películas que vemos a estas edades, nos meten la
idea en la cabeza de que has de conseguir al chico pasando por encima de
cualquier cosa, ya sea destrozando otra familia o siendo la chica fácil desde
el momento cero. Y me pregunto yo: ¿La culpa es de los productores de dichas
películas o de nosotras mismas?
Después de leer este libro me doy cuenta de que las
películas de princesas y las de quinceañeras, tienen algo en común, todas
acaban con una boda perfecta y un “vivieron felices para siempre”. ¿Por qué
nadie continúa las historias? ¿Por qué nadie cuenta la parte en la que las cosas
se complican?
Hoy en día no se concibe la posibilidad de casarse con
alguien que te quiera “hasta que la muerte os separe, en la salud y en la
enfermedad”. Cada día está más de moda el huir cuando la cosa se complica. Es
triste darse cuenta de que una chica de dieciocho años, a día de hoy, no pueda
pensar en la idea de casarse y que dure para siempre. Así es para muchas
chicas: las estadísticas te muestran la de matrimonios que “fallan”, que se
rinden, que tiran la toalla. Y ver todo eso, te quita las ganas de intentar
sacar una familia adelante.
Gracias al ejemplo de mis padres, un matrimonio para nada
perfecto, pero siempre unido, y a la lectura de este libro, puedo decir unas
cuantas cosas. Puedo gritar, sin ninguna vergüenza, que yo SÍ CREO EN EL
MATRIMONIO, que le doy la oportunidad de aparecer en mi vida, y de situarme
dentro de diez años, cambiando pañales y con menos tiempo para mí misma que
nadie. Porque cuando lees testimonios como estos, te das cuenta de que no hay
que ser mago o un bicho raro para durar casado cumpliendo tu promesa “hasta que
la muerte nos separe”.
Lo que sí que es cierto, es que además de animarte a luchar
por un matrimonio unido, que dialoga y que persiste, también te introduce en la
realidad que las películas no te muestran. Este libro te enseña que un
matrimonio es el más difícil de los trabajos, pero también el más
reconfortante. Y te da más de mil razones por las que no dejar que todos los
baches del camino te estropeen el viaje. Me ha enseñado a apreciar el trabajo que
hacen mis padres todos los días, compartiendo sus alegrías y preocupaciones en
todo momento, y con ello conseguir que, al estar ellos unidos, lo esté la
familia.
He aprendido también que, aunque es muy duro sacar un
matrimonio adelante, creces como persona cuando, junto con el cónyuge te haces
una sola. Además, el libro dice un par de cosas que me parecen muy importantes
y que desconocía. Por un lado, que ante todo y pase lo que pase, tu mujer o tu marido
es siempre lo primero, que el matrimonio nunca debe ser subestimado, es un
compromiso que antepone a tu esposo o esposa ante cualquier situación.
Me ha gustado muchísimo poder leer este libro. Lo recomiendo
a todo tipo de lectores: hombres, mujeres, matrimonios novatos y veteranos, a
creyentes y no creyentes en el matrimonio.