viernes, 30 de octubre de 2009

Metáforas políticas














Mi gobierno cumple lo que promete.
Solo un estúpido podría pensar que
no lucharemos contra la corrupción.
Porque, si algo tengo claro, es que
la honestidad es fundamental
para construir un gran país
Demostraré que es un error creer que
la crisis persistirá por tiempo indefinido.
Que nadie dude que
la justicia es mi principal objetivo,
aunque sé que a la oposición le parece que
se pueda seguir gobernando en plan mafioso.
Además, haré lo posible para que
se respete la vida del embrión y la familia.
Y de ningún modo permitiré que
nuestros soldados sigan muriendo en guerras inútiles.
Cumpliré mis promesas aunque
los recursos económicos se hayan agotado.
Ejerceré el poder hasta que todos
Tengan claro que soy un gobernante progresista.

Ahora, si no has adivinado
el significado real de este típico discursillo político,
puedes leerlo al revés, de abajo arriba.
Y Obama también es una metáfora, of course.

lunes, 26 de octubre de 2009

"10 ateos" en clase



Estudian en un Instituto de Madrid.
Son alumnos de Bachillerato.
Por sugerencia de su profesora de Filosofía han leído 10 ateos cambian de autobús. Después proponen al autor un coloquio, concretan un día y le sorprenden con su simpatía, su educación y sus preguntas:

- si él también cambió de autobús
- si todas las religiones son iguales
- si Jesucristo es equiparable a Buda o Mahoma
- por qué un Dios bueno permite el mal
- por qué se nos ha dado la posibilidad de ser inhumanos

El autor responde lo que sabe, reconoce lo que no sabe y comprueba que Kant llevaba razón al afirmar que Dios es el Ser más difícil de conocer, pero también el más inevitable: hasta en las sufridas víctimas de la LOGSE sobrevive su llamada.

martes, 20 de octubre de 2009

Dulce Mashenka














Dulce Mashenka… Ahora ya no lleva sus medias finas ni su jersey de lana azul marino. Es difícil mantenerse limpia en un vagón de mercancías. Aguzando el oído, escucha la jerga –se diría que no es ruso- de sus vecinas de litera, las ladronas, y mira con espanto a la jefa del convoy, una histérica de labios pálidos, amante de un famoso ladrón de Rostov.


Así comienza el capítulo 13 de Todo fluye, y te cuenta la historia de una muchacha de Moscú, deportada a Siberia en los tiempos de Stalin. Pocas veces en mi vida he leído algo tan fuerte y conmovedor. Veinte páginas exactas -un tesoro para todo profesor de Historia Contemporánea-, en las que acompañamos a una joven mujer de alma limpia, en su descenso a los infiernos.


Todo fluye es una hermosa y sobrecogedora novela histórica, que nos descubre lo que vela la metafórica Rebelión en la granja. Además, Vasili Grossman ha escrito una obra necesaria, porque la opinión pública sabe de sobra lo que hizo Hitler con 6 millones de judíos, pero no se imagina que la cuenta de resultados de Stalin multiplica por 5 el Holocausto.


Novela necesaria para denunciar el silencio de esa izquierda cómplice, que cuando quiere denunciar atrocidades mira sistemáticamente hacia otra parte, hacia la Alejandría del siglo V, por ejemplo. Necesaria, en fin, porque, si se ignora la inmensa calamidad del Comunismo, todo lo que nos cuenten del siglo XX será un cuento chino.

viernes, 16 de octubre de 2009

Pijama para dos













Magnífica explicación de lo que es y no es el amor, el noviazgo y el matrimonio.

Si los libros sobre esta peliaguda temática suelen ser pesadiños, Pijama para dos es una notable excepción, pues se trata de un texto interesante, ameno, divertido, moderno, bien escrito, muy claro, valiente, lleno de ejemplos, salpicado de anécdotas.

Lo han escrito Teresa Díez y su marido, Alfonso Basallo, padres de 7 jóvenes aguerridos y tíos de Goretti. Lo publica Planeta-Testimonio.

domingo, 11 de octubre de 2009

Burgalés cumplido



Se nos ha ido Juan Carlos, de la mejor estirpe de los caballeros que cabalgan por el Cantar del Cid. A la Patria se nos ha ido. Y los que aún estamos en el exilio juzgamos que su marcha ha sido prematura. Para nosotros, y para quienes más le quieren, escribió estas palabras el gran Agustín de Hipona:


No llores si me amas. ¡Si conocieras el don de Dios y lo que te espera en el Cielo! ¡Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos! ¡Si tuvieras ante tus ojos el horizonte que yo veo, los campos eternos y los senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo, la Belleza ante la cual palidecen todas las bellezas!


¿Me has amado en el país de las sombras y no te resignas a verme en el de las realidades eternas? Créeme: cuando la muerte rompa tus cadenas como rompió las mías; cuando llegue el día que Dios ha fijado para que vengas a este Cielo donde yo te precedo, volverás a ver a quien te amaba y siempre te ama, y encontrarás tu corazón con todos sus amores purificados. Me encontrarás transfigurado y feliz, sin esperar ya la muerte, y avanzaremos juntos de la mano por los senderos de la luz y de la vida, bebiendo a los pies de Dios un néctar del que nadie se saciará jamás. Por tanto, enjuga tus lágrimas y no llores si me amas.



lunes, 5 de octubre de 2009

Hipatia y Bin Laden


¿Quién era Hipatia?

Era hija de Teón, científico que trabajó en el Museo de Alejandría en el siglo IV. Ella también cultivó la ciencia, pero prefirió la filosofía neoplatónica, en la que destacó por magisterio. Tuvo discípulos entre los ciudadanos más cultos e influyentes de la ciudad.


¿Cómo la trata Amenábar?

La trata muy bien, y a los cristianos muy mal. Es como si hubiera hecho un documental sobre el Islam y solo hubiera mostrado imágenes de los aviones que se estrellan contra las Torres Gemelas. El atentado del 11-S forma parte de la verdad histórica, pero el documental sería falso y muy injusto.


¿Y cómo era Alejandría?

Una gran ciudad, en la que convivían, con muchas tensiones, judíos, helenistas y cristianos. Juan de Éfeso, en el siglo V, los veía como "una horda de bárbaros, directamente inspirada por Satán", y el obispo Cirilo les reprochó su carácter levantisco y pendenciero, en su homilía pascual del año 419. De hecho, pocos años después, en 422, el prefecto imperial fue muerto en un tumulto. Lawrence Durrell los retrata entregados a las facciones y algaradas, a veces con episodios sangrientos.


Como la muerte de Hipatia…

Sí. Una noche, los judíos asesinaron a un buen número de cristianos. Como respuesta, el obispo Cirilo logró expulsar a la población hebrea de la ciudad. Pero entonces la economía se resintió, y entre el obispo y el gobernador creció la enemistad. Hasta que un día unos cristianos exaltados asesinaron a Hipatia, a la que atribuían influencia anticristiana sobre el gobernador.


Se dice que la muerte fue el precio que pagó Hipatia por su libertad de pensamiento

Parece que los motivos fueron más políticos que intelectuales o religiosos. Sin embargo, desde la Ilustración, se presenta a Hipatia como mártir de la ciencia. En una web de cine, al comentar la película de Amenábar sobre Hipatia, he leído que la ciencia fue su vida, y que por eso murió linchada por una turba de cristianos enfervorecidos. El redactor de esa web sabe de sobra que los cristianos enfervorecidos no se dedican a descuartizar científicos, pero dice lo contrario. Quizá tampoco sepa que la ciencia moderna nace en las Universidades, instituciones inventadas por la Edad Media cristiana.


Pero a Hipatia la mataron los cristianos…

No los cristianos, sino unos en concreto. Con otra aclaración: un cristiano puede asesinar, pero entonces no obra como cristiano, sino todo lo contrario. Por eso, si afirmamos –sin matices- que los cristianos asesinaron a Hipatia, con la misma lógica tendríamos que afirmar que los republicanos y los demócratas asesinaron a Julio César, a 6 millones de judíos alemanes, a cientos de miles de japoneses en Hirosima y Nagasaki…


Entonces, ¿qué decir de la represión y oscurantismo con que novelas y películas pintan a las sociedades cristianas?

El cine y la novela no han nacido para contarnos la verdad histórica, y los lectores y espectadores deben saberlo cuando pasan las páginas de un libro o se sientan ante la pantalla. Amenábar puede darnos una lección de técnica cinematográfica, pero no de Historia. Porque, a fuerza de represión y oscurantismo se puede montar el Holocausto nazi o el Gulag soviético, pero jamás –como han hecho las sociedades cristianas- inventar el parlamentarismo, las garantías constitucionales, el gótico, la Universidad o el gregoriano. Por otra parte –como ha señalado el profesor Head- el relativismo actual ha disuelto los esquemas de interpretación histórica, y en la confusión resultante triunfan los relatos que hacen de la concepción conspirativa la esencia de la historia, en especial los que atribuyen a la Iglesia todo tipo de tramas para dominar al hombre.



viernes, 2 de octubre de 2009

Pilares muy mal asentados


Toni Cassany, profesor de Literatura,
uno de los mejores paisajistas catalanes,
escribe esta reseña en su blog



Lo he abandonado en la página 401. Adiós, Ken Follet y tus Pilares de la tierra. No valía la pena. Ya me he cansado de tanto tópico medieval indocumentado. La Edad Media, según tu versión apócrifa, es una época primitiva del hombre, todavía muy poco desarrollado. Desde las primeras páginas confundes la crudeza de la vida con el salvajismo inmoral, donde las personas se pisan unas a otras para sobrevivir en una especie de sociedad selvática. La fealdad de la vida está presente siempre. ¿Es que no salía el sol, entonces? ¿Es que todo era soez, y la gente escupía y renegaba, conspiraba y odiaba más que hoy? ¿Dónde estaban los buenos, la bondad y la virtud?


La religión requiere un tratamiento aparte: no hay monje -ni religioso, en general- que lo sea por vocación. Los que mandan, en la iglesia, lo han logrado tras conspiraciones varias, todas encaminadas a la conquista del poder terrenal. Dios es, para ellos, un ser justiciero, despiadado y sin sentido, en cuyo nombre todo vale, incluso las traiciones y perversiones. Los sacerdotes y monjes no se sabe por qué lo son, pues en ningún caso parecen seguir una vocación divina. Y, finalmente, los novicios viven una especie de encarcelamiento de la voluntad y de sus facultades mentales que los hace muy estúpidos. Su renuncia a la carne es impuesta y, por tanto, falsa y, por tanto, meten la pata día sí, día también.


En fin, demasiada imbecilidad junta.


¿Y por qué he leído 400 páginas, os estaréis preguntando? Pues, en primer lugar, para poder decir todo lo que acabo de decir con conocimiento de causa. En segundo lugar, porque la historia engancha un poco, no lo niego. Y, en tercer lugar, porque no dejo de ser un bocazas, a veces.
Toni Cassany